Música, sexo, cine, literatura, tabúes, humor...

domingo, 27 de abril de 2008

Lynch, la diferencia y la crueldad.








El hombre elefante, David Lynch, 1980.




Lynch aprovecha para hacer una brutal crítica social a la hipocresía, al ideal estético y a la ambición que nos corroe con tanta normalidad.




John Merrick, deformado, abandonado y agredido cuando no cumple su función social (su vida es de circo, su trabajo de bufón) es el protagonista de una bella y cruel historia, donde se plantea la moral, el bien y el mal y el concepto de respeto ante la diferencia.




Fundamental es reconocer lo que Foucault avisó y que Lynch cuenta de manera magistral: el discurso es efectivo cuando el poder que manda y ordena lo utiliza: ni antes ni después.




Lynch es capaz de emocionar sin aspavientos en esta película de hace más de 25 años.




Merrick rinde tributo a su historia: elige el respeto, la derrota y la verdad: nunca será como los demás: se acepta y se "duerme" como una persona normal, rodeado de la belleza moderna y antigua: si no ha vivido como "normal" desea y lo consigue irse como cualquiera de nosotros que sea valiente: digna y solitariamente.

No hay comentarios: