Gargantúa, Rabelais, 1534 (La vie très horrifique du grand Gargantua).
Tremenda y divertida crítica del siglo XVI, magnífica y retóricamente escrito a imitación (concepto de mímesis) de las escuelas retóricas tan de moda en la época posterior al Renacimiento, en ese período de transición que nos llevaría al Barroco.
La religión, la filosofía, el machismo y la necedad (ah, querido Erasmo) puestas de manifiesto a través de las aventura del padre de Pantagruel, escrito dos años antes (primera y segunda de las cinco partes que Rabelais escribiera en su momento).
La risa y el concepto carnavalesco a flor de piel, unos juegos de palabras intraducibles del francés y unas definiciones de conceptos: la amistad, el honor, el respeto al enemigo y la puesta de manifiesto de que las guerras, por ambición, ansias de poder o conceptos religiosos, hacen perder a todos, claro, pero más a los más desfavorecidos, que no saben de dónde les caen las pedradas.
Leedlo si queréis pasar un buen rato: este gigante os comerá el corazón (literario).
La religión, la filosofía, el machismo y la necedad (ah, querido Erasmo) puestas de manifiesto a través de las aventura del padre de Pantagruel, escrito dos años antes (primera y segunda de las cinco partes que Rabelais escribiera en su momento).
La risa y el concepto carnavalesco a flor de piel, unos juegos de palabras intraducibles del francés y unas definiciones de conceptos: la amistad, el honor, el respeto al enemigo y la puesta de manifiesto de que las guerras, por ambición, ansias de poder o conceptos religiosos, hacen perder a todos, claro, pero más a los más desfavorecidos, que no saben de dónde les caen las pedradas.
Leedlo si queréis pasar un buen rato: este gigante os comerá el corazón (literario).
4 comentarios:
maestro Tabú... siguiendo con la dinamica deL POST DE Leolo, adiviné tu pensamiento y me esperé.
ME DIJE...
UN DIA DE ESTOS, Rabelais caerá por su propio peso.
Y así fue como
En el capítulo tres de Rabelais and His World, el citado MIKHAIL,
junta lo grotesco con el carnaval (cito el caso del Frayle Juan y las veinte coronas, que supongo conoces de manera "mas que carnavalesca" .
De esa forma, elabora un concepto en sus referencias a un personaje encontrado en Gargantua and Pantagruel de Rabelais: el “red-snouted Catchpole” (rouge museau).
Después de haber sido golpeado casi hasta la muerte por el fraile Juan por veinte coronas de oro, “the churl rose, happy as a king—or a pair of kings, for that matter (Et mon villain debout, aisé comme un roy ou deux)”.
A mi juicio, un poco distorsionado por la borrachera de ayer con un tal Goran Bregovic, gitano de carnaval... diria, el serbio que en un "funeral y una fiesta" hay acciones simbolicas en las que el muerto suele ser payaso y REY.
[. . .] symbolic actions directed at something on a higher level, at the king. This is the popular-festive system of images [. . .]. In such a system the king is the clown [. . .]. the clown was first disguised as a king, but once his reign had come to an end his costume was changed, “travestied,” to turn him once more into a clown.
En fin... sigo y vuelvo.
BLOG CARNAVALESCO ESTE QUERIDO HERMANO.
DEJAME UN CORREO POR AHI... para llegar a buen puerto con la discusion.
Saludos desde saltimbanqui medieval hasta clown futurista
La crítica a los discursos de poder (Foucault dixit), ha de ser justa, en mi opinión, en contra de la injusta maquinaria (publicidad, eventos, emisoras de tv politizadas, productores, directores y actores de cine, grandes editoriales, discográficas...) que los grandes elementos distorsionantes de nuestra actual realidad ejecutan con presteza.
El carnaval es revolucionario porque parte desde el poder y va hacia el poder: es la parte "humana" de los poderes la que pide "guerra" al permitir la "afrenta carnavalesca", ya que saben dichos poderes, que con una palabra suya, el "orden" se restablece.
Como siempre, juegan con ventaja, querido Aprendiz, y los demás miramos... ¿o actuamos?
Un saludo.
de repente encontrarme con tu post por la red me ha llevado a replantearme muchas cosas, aunque ahora mi acceso a Rabelais se ve limitado por cuestiones geográficas, pero lo he anotado como lectura obligatoria...te sugiero otro un poco más contemporáneo y brasileño: Carlos Drummond de Andrade
Placer enorme retomar el contacto, querido Alfonso...
Leo a de Andrade y te comento: si tú me lo recomiendas, sé que hay algo.
Grazie por tu sugerencia...
Publicar un comentario