Sigo intrigado por los recursos que la publicidad utiliza: gusten más o menos, eran impensables hace unos años, cuando nos decían que consumiéramos Coca-cola con la cara de felicidad o que compráramos Marlboro con un vaquero yanqui más feliz que el copón que seguro que no sabía que ya tenía cáncer de pulmón, el pobre. Impensables, pero tremendamente eficaces.
Hoy nos venden la moto (bueno, el coche, como Volvo, que dice que lleva 40 años preocupado por el medio ambiente) de que todo el mundo está preocupado por la naturaleza y que hay que respetarla. La idea es buena: saldrán más productos ecológicos, quedaremos bien por unos años con lo verde, y alguna empresa se dedicará a fabricar, distribuir y vender lo "verdemente" correcto.
Uno de los anuncios que me ponen tenso es el de Repsol y los tatuajes. Bello, con un buen texto y de imagen, quizá de lo mejor que haya visto últimamente.
El texto nos dice que hemos inventado muuuuchas cosas, todo bello y hermoso, cosas que existen y cosas que ya destruyéramos, para terminar así: "si hemos sido capaces de todo eso, ¿cómo no vamos a ser capaces de proteger lo que más nos importa? Repsol, inventemos el futuro"
¿Qué mierda tiene que ver lo que inventa ( o destruye) el hombre con lo que éste es capaz de proteger? Cambio retórico curioso y que nos arrastra a pensar en la bondad de la empresa anunciante y no en que esos mismos inventos, la tropa los utiliza como quiere y, normalmente, en beneficio propio, claro... Bueno, ¿eh?
Luis Castellón, profesional de la materia, me diría que me centro en el texto y no en lo visual y quizá llevara razón si me chillara eso. El efecto es el pretendido. La desilusión que sufrí al ver el final del anuncio (oh, es Repsol...) fue síntoma de que mi ansiedad por ver qué vendían fue in crescendo...
Ahí lo dejo.
Uno de los anuncios que me ponen tenso es el de Repsol y los tatuajes. Bello, con un buen texto y de imagen, quizá de lo mejor que haya visto últimamente.
El texto nos dice que hemos inventado muuuuchas cosas, todo bello y hermoso, cosas que existen y cosas que ya destruyéramos, para terminar así: "si hemos sido capaces de todo eso, ¿cómo no vamos a ser capaces de proteger lo que más nos importa? Repsol, inventemos el futuro"
¿Qué mierda tiene que ver lo que inventa ( o destruye) el hombre con lo que éste es capaz de proteger? Cambio retórico curioso y que nos arrastra a pensar en la bondad de la empresa anunciante y no en que esos mismos inventos, la tropa los utiliza como quiere y, normalmente, en beneficio propio, claro... Bueno, ¿eh?
Luis Castellón, profesional de la materia, me diría que me centro en el texto y no en lo visual y quizá llevara razón si me chillara eso. El efecto es el pretendido. La desilusión que sufrí al ver el final del anuncio (oh, es Repsol...) fue síntoma de que mi ansiedad por ver qué vendían fue in crescendo...
Ahí lo dejo.
2 comentarios:
Copiar ideas ajenas: el súmmum de la mediocridad
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La idea de este spot esta copiada de un videoclip del grupo EL TIO CARLOS titulado “GENTE FEA”.
Está colgado en YouTube desde que lo estrenamos, hace meses. Cualquiera que desee, puede verlo y juzgar por sí mismo.
Más doloroso que la apropiación de la idea de los verdaderos artistas o creadores, es el hecho de la “perversión” que supone usarla en las antípodas del contexto original de nuestro videoclip, que posee un carácter reivindicativo y una dimensión humana, totalmente opuestos al anuncio de una compañia de las características de Repsol.
En EL TIO CARLOS, podemos apostar por la “gente fea”… pero nunca, jamás, lo haríamos por la gente mediocre.
Vaya, Charly, no tenía ni idea como podrás suponer...
Ahora voy a echarle un vistazo. Gracias por el aviso...
Un saludo.
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