Dejó de ser amante y se convirtió en un reproche hermoso, de paladares novedosos cuyo atractivo se disipaba entre cigarros y taquicardias.
Dejó de practicar la amistad y se fue juntando con mis miedos para crecer en potencia: al tercer día resucitan los dioses.
Se convirtió en enemiga para mandarme la carta del desprecio y de la edad.
Pasó a ser el desprecio puro al enamorarse de alguien que no era yo.
Sweet child o' mine, Guns and roses.
Música, sexo, cine, literatura, tabúes, humor...
miércoles, 11 de julio de 2007
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