Que le corten la cabeza.
Que le desperdiguen la magia por el cuello y la sabia y pavorosa decisión de actuar le convenza hasta el último gramo de la carne tan maravillosa que posee.
Cántame en francés al oído, no te preocupes si no entiendo, cántame, estamos vivos, sonríeme, dime que me vuelven locos tus ojos, que el vuelo de una alondra puede convertirse en limo aullado si no lo comparto contigo, chilla que esto es maravilloso, que el pozo para otro, para quien lo quiera, que nosotros ya tenemos bastante con el cascabel de tu risa hermosa, querida...
...qué maravilla de imperativo usado con la alegría que da la objetiva fuerza de tu sénser...
Música, sexo, cine, literatura, tabúes, humor...
martes, 31 de julio de 2007
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