Gracias a La vaquilla, gracias a Aristóteles...:

"Cómo dijo Aristóteles: es cosa verdadera, dos cosas mueven al mundo: conseguir el sustento y lograr ayuntamiento con hembra placentera".

A partir de aquí, de ahora: comienza el momento de orgullo. No de defensa, el del otro, el del que no quiere morir más, el que ha decidido vivir. No. Ése es de pardillos. Viene el momento de la no educación, de perder las formas, de encerrarse e incluso podríamos encontrarnos con un demonio que llama a los demás colegas por aquello de que un ángel indefenso...

De todas maneras, antes de la jugada, mi visión ya estaba tocada. La defensa, la maravilla, su acción.

Impresión, miedo, asimilación.

Romance de Curro el Palmo, Serrat (por el Vega).

Tengo a mi vera, enfrente mejor, la foto de Lolilla. Me anima la cara. La niña de mi primo ya está en Internet. Qué guapa. Qué pureza en su mirada.

Ah, y qué pureza en la mirada del otro día. En el tono montañarusero de sus palabras. Qué ilusión hacer el tonto con alguien que te atrae. Y hacer el tonto de una manera tan húmeda.
Sí: alguien muere, alguien resucita. Alguien se pierde y alguien encuentra tirado en su cuarto un mapa. Alguien pregunta, sin saber. Alguien da una conferencia sobre el amor, como si supiera. Alguien toma una decisión: "voy a jugar". Pero no sé las reglas, por lo tanto me las leo. Por lo tanto, decides mal. Pierdes tiempo. Juegas sin saber que juegas, a qué juegas, el tiempo de duración, los jugadores, el afecto de los otros, la sonrisa de los demás, el cielo que esperabas, el infierno que te llevas...
Harto de metáforas bíblicas, cristianas...
Os adoro. Con la pasión de un imberbe a quien le cuentan mitos, leyendas, doradas escenas de amor, injusticia y celos. Os amo. Aleixandre me odiaría pero qué textos tan hermosos escribió, escribía, leo, se leerán.

Ay, mi amor,
sin ti no entiendo el despertar,
ay, mi amor, sin ti mi cama es ancha
ay, mi amor, que me desvela la verdad
entre tú y yo la soledad
y un manojillo de escarcha...

No importa ponerse triste. No importa tener alegría. Socialmente.
Lo más importante, lo fundamental, a veces, es desearte y respetarte. A pesar de estar solo.