Al fin, Feliz no cumpleaños...

Nada, uno más. Una menos.

Estuve un rato en el Canemi, ya sabes, escribiendo sobre el tema.

Pepe Mata me puso las pilas. Hay que tomar decisiones y rápido.La inteligencia se demuestra actuando calmado, sereno, con temple suficiente para distinguir las buenas elecciones, de las vulgarmente llamadas "cagadas".

Soy un jornalero de litro y medio, No me pises que llevo chanclas.

El juego ha comenzado. El adversario va ganando por ahora, más que nada, porque no tiene un rival justo, adecuado: no me cuentes tonterías, ya tengo las personales.

Fumo.

Pienso en el juego: la parte que me atrae es la consentida, claro. Lo demás, el resto, me provoca miedo, asco e incomprensión.

Supongo que los mensajeros seguirán llegando, que los mensajes volverán a aparecer, al igual que el "beso de la muerte" sequirá siendo doble, múltiple por la labor del "buen rollo" y la "diplomacia" mantenida.

Tanto "jipismo" me pone de los nervios.

Rocío admite que hay gente con una sensibilidad diferente. Je.

La noche entra en su apogeo. La casa se me viene encima. Las voces de Panero ni siquiera me hablan desde la cama. Joder, ¿dónde estáis?

Me va a matar la belleza. La noche. El tabaco. Un amigo. Querido Mol, olvidé Hiroshima con nuestra conversación.

No hay precio para algunas cosas. Pensaba que me equivocaba. Mas no es así. Cada vez me equivoco menos. Lo objetivo está mucho más cerca cuando quieres ver. Lo otro sigue siendo literatura barata.

Ansío el amanecer.

No quiero esperar.