Vivo.
Y el que diga lo contrario quizá lleve, tenga, asuma o no, persista, insista o reduzca sus razones. Qué más da.
Y si amanece por fin, Joaquín Sabina.
Fin de mes, Malevaje.
Deduzco que las pajas mentales empezarán a desaparecer "en Bremen". Pero, anyway, la belleza se reconoce cuando pasa por tu lado.
Don Juan era un cabrón. Casanova un esteta. Uno, egoísta y aniñado -en el sentido negativo de no aceptar sus responsabilidades como personita-, otro, un inmenso amante que prefería repartir placer y recibirlo sin burlar, sin engañar: aceptar la belleza implica saber que, en algún momento -tiempo-, huirá buscando sénseres más adecuados.
Perfección de la materia unida por cónqueres que forman poco a poco un bello sénser. Oh, dios mío... La belleza merece teorías mil, como raros, indefensos, estultos, acarajotados, inmersos en nosotros mismos, a veces, nos quedamos ante ella.
Digamos que su sonrisa permanece en la memoria como esa puesta de sol que te erizó el vello por el naranja y el violeta, mientras el mar golpea el malecón y rechinan tus sentimientos de humano.
Digamos que sus ojos, son las pequeñas llamaradas musicales de la canción que nunca recuerdas pero que sólo con el hecho de pensarla, tu cuerpo huele ese cabello que ya echas de menos.
Digamos que enamorarse es dejar de estar enamorado de uno mismo para ver el abismo hermoso de la derrota que sobrevendrá: pero "en de mientras", que nos quiten lo "bailao".
Delirios de grandeza, Gabinete Caligari.
Esto es Halloween, Nightmare before Christmas (BSO).
Bang, bang. He shot me down, Nancy Sinatra.
Música, sexo, cine, literatura, tabúes, humor...
jueves, 28 de junio de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
¿Por qué pensar en la derrota? ¿Hay un mal punto de partida?...
La implacable belleza de la vida salvaje. Así de implacable es la naturaleza, tan cruel como hermosa:
http://www.youtube.com/watch?v=Bo6xt3uUsaQ
Una espontaneidad que embellece.
Un besaco
Inquietante. Vaya tela. Qué mala leche, ¿no?
Bueno, es natural...
Publicar un comentario